Eran unos 300.000 los moriscos instalados, preferentemente, en los reinos de Aragón, Valencia y Granada y, en menos proporción en las dos Castillas, Extremadura y Cataluña.
El morisco es compacto aunque acuse a diferencias derivadas de la forma que se verificó la Reconquista. Así, al convertirse al catolicismo los mudéjares de Aragón y Castilla, ya saben lo que supone ser minoría en un medio religioso mayoritario y distinto, pero lo ignoran los granadinos y los valencianos porque si bien Valencia fue plenamente reconquistada en el siglo XIII, hasta la primera mitad del XV registra predominio musulmán.